sábado, 3 de diciembre de 2011


Iniciamos el viaje


Hoy comenzamos un viaje apasionante que nos llevará cada lunes a visitar un puerto en forma de poema. Como nos recomienda Konstantinos Kaváfis, el viaje será largo, lleno de peripecias y experiencias. Visitaremos estilos únicos, temas variados, formas poéticas distintas, autores modernos, poetas  de siempre; lo haremos sin prisas, porque lo importante no es llegar, sino la aventura del camino. Nos dejaremos llevar por la música de las palabras; imaginaremos otros mundos, nos embriagaremos con tanta belleza. Si tú estás preparado, nosotros también lo estamos. Adelante, pues, demos paso a la poesía.

Nuestro primer invitado es Luis Alberto de Cuenca. Es un autor que acierta a entremezclar como pocos cultura y vida, humor y lirismo, cotidianidad y misterio, el mundo del cómic y el de la literatura, coloquialismo y rigor métrico, trivialidad desenfadada y hondura trágica. Con un léxico aparentemente sencillo sin abandonar la métrica clásica (endecasílabos), nos invita a compartir con él su desayuno. Que aproveche.


El desayuno
    Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."


2 comentarios:

  1. Yo, querido David, a este viaje me apunto.
    Tengo ya preparadas las albardas, listo el bastón, anudado a la cintura el chubasquero, por lo que pueda venir, y un hormigueo en el estómago, que es el que se siente cuando vas a hacer algo que es importante para tu vida.
    Gracias por la invitación y por abrir el camino.
    José María

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  2. Me gusta el poema completo, claro; pero si tengo que elegir, me quedo con los cuatro primeros versos, toda una declaración de intenciones.

    Suerte con el proyecto.

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